En el mundo del vino, cada vez más personas buscan opciones que sean más que simplemente deliciosas; buscan vinos que reflejen un compromiso con la salud del planeta y prácticas de cultivo más éticas. Dos términos que escucharás con frecuencia en este contexto son «orgánico» y «sostenible». Pero, ¿qué significan realmente? ¿Cuál es la diferencia entre ellos? Vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de los vinos orgánicos y sostenibles para aclarar estos conceptos.
Vinos Orgánicos: Naturaleza en la Botella
Los vinos orgánicos se producen siguiendo pautas y regulaciones estrictas destinadas a minimizar el impacto negativo en el medio ambiente. A grandes rasgos, estos vinos se cultivan sin el uso de pesticidas, herbicidas ni fertilizantes químicos sintéticos. A continuación, algunos puntos clave:
1. Cultivo sin químicos sintéticos: La vid se cultiva sin el uso de productos químicos sintéticos, lo que incluye pesticidas y herbicidas. En su lugar, se utilizan prácticas naturales como la plantación de cultivos de cobertura y la introducción de insectos beneficiosos.
2. Fertilizantes orgánicos:Los productores de vinos orgánicos utilizan fertilizantes orgánicos naturales, como compost y estiércol, para enriquecer el suelo y mejorar la salud de las vides.
3. Menos sulfitos: Los sulfitos son conservantes comunes en el vino, pero los vinos orgánicos tienden a contener niveles más bajos de sulfitos añadidos, lo que puede ser beneficioso para aquellos con sensibilidades al sulfito.
4. Certificaciones: Los vinos orgánicos suelen llevar certificaciones que garantizan que se han seguido las prácticas orgánicas, como «ECOCERT» o «USDA Organic».
Vinos Sostenibles: Cuidando del Futuro
Los vinos sostenibles van un paso más allá al abordar no solo el aspecto orgánico de la producción, sino también la responsabilidad a largo plazo hacia el entorno, la comunidad y la economía. Aquí hay algunos aspectos clave:
1. Respeto por el entorno: Los productores sostenibles se enfocan en la conservación del suelo, la biodiversidad y la gestión eficiente del agua. Esto puede incluir la implementación de energías renovables y la reducción de emisiones de carbono.
2. Compromiso social: Las bodegas sostenibles a menudo tienen un compromiso con la comunidad local, ofreciendo empleos estables y apoyando iniciativas sociales.
3. Economía equitativa: Se promueve una cadena de suministro justa, asegurando que los agricultores y trabajadores reciban una compensación adecuada por su labor.
4. Certificaciones sostenibles: Busca certificaciones como «Certified California Sustainable Winegrowing» o «Lodi Rules» para identificar vinos con prácticas sostenibles.
¿Cuál es la Diferencia?
Entonces, ¿cuál es la diferencia clave entre vinos orgánicos y sostenibles? En resumen, los vinos orgánicos se centran principalmente en la agricultura sin químicos sintéticos, mientras que los vinos sostenibles amplían su enfoque para incluir prácticas sociales, económicas y medioambientales más amplias.
Ambos tipos de vinos reflejan un compromiso con la calidad y la responsabilidad, y la elección entre ellos dependerá de tus valores personales y preferencias. Lo importante es que, ya sea orgánico o sostenible, estás apoyando prácticas de producción de vino más saludables para el planeta. La próxima vez que explores la selección de vinos, considera darle una oportunidad a los vinos orgánicos y sostenibles para disfrutar de una experiencia que va más allá de la copa.
BWS se enorgullece de ofrecer vinos veganos que combinan la calidad excepcional con la sostenibilidad. Únete a nosotros en esta travesía de respeto hacia el medio ambiente.